Inteligencias artificiales, robots, automatismos de todo tipo: hoy parece que hemos puesto nuestras esperanzas en el silicio, en los unos y ceros y en las redes neuronales de las máquinas que aprenden. Dicho de otro modo: el futuro de nuestros negocios, incluido nuestro estudio de arquitectura, pasa por lo no humano. ¿Es realmente así?
Son muchos los artículos que especulan sobre el porvenir del trabajo humano. ¿Va a desaparecer? En caso afirmativo: ¿y qué será de nosotros? Pese a que el cambio promete ser de los más espectaculares que nuestra historia ha conocido, tampoco caigamos en el alarmismo. Ya hemos asistido al nacimiento de una tecnología tan disruptiva como internet, y aquí estamos (publicando y leyendo en internet).
El aspecto esencial en los estudios de arquitectura y diseño
—En realidad, en cualquier negocio, pero en archiff hemos puesto el foco en la gestión de este tipo de negocios—: dicho aspecto es el factor humano. Lo humano es clave, por una multiplicidad de razones. Todavía lo es, y tiene pinta de seguir siéndolo durante bastante tiempo.
La arquitectura es una profesión altamente colaborativa que requiere la contribución de un gran número de profesionales con habilidades y conocimientos diferentes. Un equipo humano sólido es esencial para el éxito de un estudio de arquitectura, ya que permite a la empresa abordar proyectos complejos y adaptarse a los cambios en el mercado.
El equipo de un estudio, bien de arquitectura, bien de diseño, debe estar compuesto por una variedad de profesionales, incluyendo arquitectos, ingenieros, diseñadores y gerentes de proyectos. Cada uno de estos miembros del equipo trae un conjunto único de habilidades y conocimientos a la mesa, lo que permite a la empresa abordar proyectos desde diferentes perspectivas. Por ejemplo: un arquitecto se centrará en el diseño y la estética de un proyecto, mientras que un ingeniero se centrará en la funcionalidad y la seguridad. Como en todo, te conviene siempre trabajar con las y los mejores.
La colaboración como elemento sustancial
La colaboración y la comunicación son fundamentales para el éxito de un estudio de arquitectura. Los miembros del equipo, por ejemplo, deben trabajar juntos de manera efectiva para garantizar que el proyecto se complete dentro del presupuesto y del plazo establecidos. Es importante que el equipo se comunique de manera clara y abierta, y que los miembros se escuchen mutuamente (hasta el momento, la comunicación humana no ha sido superada).
El buen liderazgo y una cultura de colaboración son fundamentales para que un negocio prospere. Este es otro territorio que pone de manifiesto la relevancia de un equipo humano cohesionado y competente. Ambos rasgos —liderazgo y colaboración— son caras de la misma moneda, la que ha pagado que nuestra especie haya bajado de los árboles y salido de las cavernas en su camino al ser lo que ahora somos. En el día a día de una empresa la colaboración entre diferentes profesionales o departamentos es esencial, una condición sine qua non para que las cosas funcionen. Ningún proyecto puede funcionar sin colaboración, como tampoco puede hacerlo sin el liderazgo apropiado.
Por otro lado, la capacitación y el desarrollo continuo son esenciales para mantener un equipo humano compacto. Los miembros del equipo deben estar constantemente actualizando sus habilidades y conocimientos para mantenerse al día con las últimas tendencias y tecnologías en arquitectura, diseño, y tal como sabemos en archiff, en gestión. Es importante que la empresa proporcione oportunidades de capacitación y desarrollo continuo para sus empleados, ya sea a través de programas internos o mediante la asistencia a conferencias y seminarios externos. El beneficio resultante será tanto para el trabajador, como para la empresa, porque al fin y al cabo la empresa es el equipo. El factor humano en su conjunto.
Un ambiente colaborativo
Además de la formación técnica, es imprescindible fomentar un ambiente laboral positivo y una cultura de apoyo entre los miembros del equipo. Esto puede incluir la promoción de la diversidad e inclusión, la creación de oportunidades para la construcción de relaciones y la promoción de la salud y el bienestar de los empleados. Esta otra dimensión ha cobrado mucha importancia en los últimos tiempos. Precisamente las emociones y sentimientos son una de las facetas de nuestra naturaleza que nos distinguen de las máquinas y que nos permiten alcanzar horizontes inimaginables: no es solo el intelecto. También es cómo reaccionamos a los estímulos. Una emoción positiva puede llevarnos a sacar adelante situaciones que parecían condenadas al fracaso. Y a la inversa.
El equipo humano también es esencial para la adaptación de los negocios a los cambios en el mercado. Algunos de los cambios más radicales son aquellos que estamos viviendo actualmente y que nos obligan a ser capaces de pensar en global para actuar desde lo local, y que nos exigen empatía con personas a las que siquiera conocemos o conoceremos. Las empresas del diseño, como todas, no son ajenas a los retos del momento, y precisan de un equipo humano a la altura para alinearse con ellos.
De igual modo, el progreso tecnológico, más rápido ahora que nunca, requiere de un equipo humano permeable al cambio: la tecnología evoluciona a toda velocidad y los negocios de arquitectura deben estar al día con las últimas herramientas y tecnologías para poder ofrecer soluciones innovadoras y óptimas a sus clientes. Esto implica contar con un equipo humano con habilidades técnicas actualizadas y una mentalidad abierta a la innovación.
Los clientes como producto final
Además de las habilidades técnicas y el conocimiento especializado, el equipo humano también desempeña un papel crucial en la relación con los clientes. Los miembros del equipo deben ser capaces de comunicarse de manera efectiva con los clientes y entender sus necesidades. La capacidad de construir relaciones duraderas con los clientes es esencial para el éxito a largo plazo de un negocio de arquitectura o diseño.
En definitiva: nada como rodearse de profesionales de valor si se quiere alcanzar el éxito en un negocio. En archiff somos muy conscientes de ello, por eso en nuestro máster para la gestión de estudios de arquitectura y diseño encontrarás la información más contrastada y práctica sobre management de equipos, liderazgo o comunicación, así como contenidos inspiradores de los referentes más destacados del sector. De momento, todas ellas y todos ellos, de carne y hueso.
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