Todos somos conscientes de la importancia que tiene la gestión de un estudio de arquitectura, pero pocos conseguimos aplicarla. Por eso, en este artículo pretendemos resaltar cinco claves o puntos principales para que nos resulte más sencillo. De esta manera aprenderemos acerca de cómo dejar de lado nuestro estudio para constituirnos como empresa.

Los ítems que vamos a tener en cuenta son los siguientes:

Indice: 

  1. ¿Cuál es la gestión de un estudio de arquitectura?
  2. Gestión económica y control de un estudio de arquitectura
  3. Gestión de proyectos en el estudio
  4. Gestión de Honorarios: Coste, precio y caché
  5. Cómo la gestión de un estudio de arquitectura mejorará mi rendimiento
  6. Crecer, crecer y crecer

1. ¿Cuál es la gestión de un estudio de arquitectura?

Cuando se complica la gestión de nuestro estudio de arquitectura, tendemos a achacar la falta al ámbito económico. Sin embargo, no debería suceder así.

La causa principal y primordial del cierre de los estudios de arquitectura es la incompetencia de la dirección.

Debemos tener en cuenta también el Principio de Peter, conocido también como Principio de Incompetencia de Peter. Dicho precepto afirma que miles de personas ascienden a puestos de mayor responsabilidad, hasta que permanecen estancados en un puesto, porque se muestran incompetentes.

Asimismo, existe una solución para mitigar esta situación, y es ser consciente de la propia incompetencia que muchas veces poseemos.

No obstante, para poder asegurar que nuestro estudio está correctamente gestionado, debemos ser productivos. No siempre es fácil, ya que existen algunos problemas como la falta de conocimiento que nos lo dificultan, pero nuestra enseñanza sí nos lo permite.

2. Gestión económica y control de un estudio de arquitectura

Para poder dirigir administrativamente un estudio de arquitectura, es necesario llevar a cabo un control interno. Hay que minimizar -o tratar de evitar- los errores en los procedimientos para evitar riesgos de tipo fiscal, estratégico, técnico…

Además de ello, es beneficioso establecer una serie de objetivos que nos permitan mejorar nuestro control interno y proteger el activo de nuestro estudio. Es importante que la productividad y la rentabilidad se encuentren siempre presentes, puesto que nos permitirá saber si la empresa está perdiendo o ganando dinero.

Conservar un buen control financiero es imprescindible, y nos será útil para eludir posibles pérdidas. Esta dirección financiera se realiza mediante cuentas de pérdidas y ganancias; balances; flujos de caja…

No se debe olvidar que, para cumplir con el cobro de nuestras finanzas, existen un gran abanico de consejos que pueden servir como guía para nuestra gestión. Algunos ejemplos pueden ser:

  • Establecer días de pago fijos
  • Diversificar a tus clientes
  • Realizar una planificación fiscal
  • Aprender cómo pagar tus inversiones…

Eso sí, es sustancial saber que no sois financieros profesionales. Tenéis mucho que aprender, pero nunca intentéis posicionaros de la misma manera que aquellos que han estudiado para ello. Los arquitectos poseéis el potencial para pensar y actuar como uno de ellos.

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3. Gestión de proyectos en el estudio

Para conseguir gestionar nuestros proyectos dentro del propio estudio de arquitectura, es indispensable que sepamos trazar un mapa de carrera. Se trata de un instrumento muy útil para planificar la carrera profesional con los empleados.

Es muy importante trabajar en equipo, puesto que aquellos rasgos que no aportan unos miembros, lo pueden aportar los otros.

En primer lugar, los empresarios deben sustentar cierta relación laboral con sus empleados. Este hecho evitará ciertas disfunciones que rodean a los equipos de asociados, como son: la falta de confianza, el miedo al conflicto o la evasión de responsabilidad, entre otros.

Por raro que parezca o extraño que suene, es fundamental saber que la experiencia tiene una vida útil cada vez más breve. Es un consejo valioso y práctico de aplicar, porque un líder no se forma únicamente con sus conocimientos previos, sino que está en constante aprendizaje y formación.

 

4. Gestión de Honorarios: Coste, precio y caché

La gestión de los honorarios es la asignatura pendiente para los estudios creativos, puesto que la visión que queremos crear de cara al público es a largo plazo. Es decir, percibir nuestro trabajo como algo aplicable de cara al futuro, no únicamente al inmediato presente.

En primer lugar, debemos de comprender de que se compone el coste:

  • Costes fijos: son aquellos que no varían en función del gasto, ya que no dependen de la producción de la empresa. Un ejemplo de costes fijos podría ser el precio del alquiler de las oficinas o el salario de los empleados, entre otros.
  • Coste Variable: son todos los costes que sí dependen de la producción de la empresa. Estos no son previsibles -hecho desventajoso-, y es difícil realizar un pronóstico de ellos. Un claro ejemplo de costes variables podría ser: los costes de distribución de un bien o servicio; las comisiones sobre ventas; o los recursos energéticos…

En segundo lugar, al coste deberás sumarle tu margen. Esta suma entre Costes y Margen nos dará como resultado el Precio.

CF+CV+Margen= Precio

Por ultimo, no podemos olvidarnos  del caché, un añadido al precio final. Son todos los aspectos como tu experiencia, tu marca, o tu diferenciación respecto a la competencia que marcan ese plus al precio final de tu diseño.

Por lo que la fórmula quedaría así:

CF+CV+Margen+Caché= Precio

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5. Cómo la gestión de un estudio de arquitectura mejorará mi rendimiento

No debemos olvidar que la gestión consiste en recoger información sobre mi estudio y, posteriormente, tomar decisiones para mejorar los resultados.

Por ello, cuanta más información recojamos y analicemos, más fiables serán nuestras decisiones.

Debemos tener en cuenta las horas de cada proyecto, las personas implicadas en él y los motivos por los que hemos superado el número de horas en dicho proyecto -si es que sucede-.

 

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6. Crecer, crecer y crecer

Actualmente, el objetivo común de la gran mayoría de empresas es crecer, crecer y crecer. Es un tema que, podríamos afirmar, es compartido por todos -siendo arquitectos, o sin serlo-. A pesar de ello, nadie ha dicho que sea fácil, pero sí que es posible si seguimos ciertas estrategias o conceptos que nos pueden ser de gran utilidad.

  1. El mercado es un espacio en el que debemos introducirnos rápidamente.
  2. Es imprescindible estar al día acerca de cuáles son los productos que tienen mejor aceptación en nuestro nicho.
  3. El desarrollo de nuestros productos en un mercado ya existente debe seguir las constantes diferenciadas que nosotros instauramos de antemano. (La zona geográfica, la economía de nuestro target, el sexo de los clientes…)
  4. Debemos lograr cierta distinción o diversificación entre aquellos productos que son iguales o, al menos, guardan ciertas similitudes.

Este último punto, se puede alcanzar mediante la innovación de aquello que pretendemos ofrecer en nuestro estudio de arquitectura. Así también, se debería exigir cierta creatividad por parte de los arquitectos.

Nos encontramos ante un oficio que facilita servicios a la sociedad que así lo demanda, y es por ello que una de nuestras finalidades es mejorar la experiencia del cliente. La competencia es un factor que se encuentra presente en cualquier ámbito, pero debemos superarla para quedar tan por delante de los competidores, que no nos importe a qué ritmo avance su empresa.

Si nuestro objetivo es mejorar la innovación y el crecimiento, ganaremos seguro en la gestión que llevemos de nuestro estudio de arquitectura.

 

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